sábado 24 de octubre de 2009
Agoniza el corazón de la Mancha. Arden la Tablas de Daimiel.
No queremos que Castilla-La Mancha sea la primera Comunidad Autónoma en borrar del mapa un parque nacional, aunque el camino recorrido en las últimas décadas no invita al optimismo. Esta situación demuestra y es el máximo exponente del fracaso de un modelo de desarrollo y crecimiento que nos dicen sostenible pero que no es capaz de conservar aquello que ha sido seña de identidad, medio de vida y garantía de futuro, nuestros recursos naturales; el deterioro de la Tablas es nuestro deterioro. Con que cara se habla de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático si en nuestra región estamos haciendo y siendo el ejemplo de todo lo contrario.
Espero que todos los castellano manchegos y todos aquellos que consideráis que podemos convivir con nuestra riqueza natural sin destruirla e hipotecar el futuro de las generaciones venideras, toméis conciencia de la importancia que tiene esta causa y la necesidad de transmitir a los responsables la obligatoriedad de administrar nuestros recursos para su conservación. Sin respuesta, lucha y concienciación ciudadana no cambiaremos el negro y oscuro destino de nuestros espacios naturales ante la escasa o nula sensibilidad mostrada históricamente por los gobernantes de nuestro país y nuestra región. Por cierto, es más que preocupante la incapacidad de algunos “dirigentes” de nuestro gobierno regional y del PSOE(digo dirigentes) para tomar conciencia de los problemas de nuestra región, para reconocer la realidad, para asumir responsabilidades y para afrontar e impulsar soluciones mas allá del victimismo recurrente del que hacen gala. Y es que la intervención de la Caja de Castilla-La Mancha no es sino una especie de injusta persecución, pero claro, llevada a cabo por el Gobernador del Banco de España(PSOE), por el Ministerio de Economía(PSOE), por el Presidente Zapatero(PSOE) y la situación crítica de Las Tablas de Daimiel parecen ser fruto del empeño de Zapatero por secarlas; cabría concluir, por tanto, que los males de Castilla-La Mancha son fruto de un contubernio fríamente calculado y ejecutado por la derecha de nuestro país contra un gobierno y unos dirigentes, pobres ellos, que “solo” llevan gobernando nuestra región 26 años; ellos mismos están madurando la no deseable “madrilización” política de la región.
Daniel Martínez Sáez.
Coordinador Regional de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha.